Los turcos asestaron el domingo al presidente Tayyip Erdogan y a su partido su mayor golpe electoral en una votación local a escala nacional que reafirmó a la oposición como fuerza política y reforzó al alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, como principal rival del presidente.
Con la mayoría de los votos escrutados, Imamoglu aventajaba en 10 puntos porcentuales en la carrera por la alcaldía de Estambul, la mayor ciudad de Turquía, mientras que su Partido Republicano del Pueblo (CHP) conservaba Ankara y ganaba otras 15 alcaldías en ciudades de todo el país.
Fue la peor derrota de Erdogan y su Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) en sus más de dos décadas en el poder, y podría suponer un cambio en el dividido panorama político del país. Erdogan lo calificó de «punto de inflexión» en un discurso pronunciado después de la medianoche.
Según los analistas, el AKP y Erdogan obtuvieron peores resultados de lo que pronosticaban las encuestas debido a la creciente inflación, el descontento de los votantes islamistas y, en Estambul, el atractivo de Imamoglu más allá de la base laica del CHP.
«Aquellos que no entiendan el mensaje de la nación acabarán perdiendo», dijo Imamoglu, de 53 años, a miles de jubilosos seguidores a última hora del domingo, algunos de los cuales pedían a gritos la dimisión de Erdogan.
«Esta noche, 16 millones de ciudadanos de Estambul han enviado un mensaje tanto a nuestros rivales como al presidente», afirmó el ex empresario, que entró en política en 2008 y ahora se le considera un posible aspirante a la presidencia.
Erdogan, que en la década de 1990 fue también alcalde de Estambul, su ciudad natal, había hecho una intensa campaña antes de las elecciones municipales, que los analistas calificaron de indicador tanto de su apoyo como de la resistencia de la oposición.
Dirigiéndose a una multitud congregada en la sede del AKP en Ankara, la capital, Erdogan admitió que su alianza había «perdido altura» en todo el país y que tomará medidas para responder al mensaje de los votantes.
«Si hemos cometido un error, lo arreglaremos» en los próximos años, dijo. «Si nos falta algo, lo completaremos». En otro lugar de Ankara, miles de simpatizantes habían ondeado antes banderas turcas y del partido durante un discurso del reelegido alcalde del CHP Mansur Yavas, que se impuso a su contrincante del AKP en otra decepción para Erdogan.
Según el 92,92% de las urnas abiertas en Estambul, la mayor ciudad de Europa y motor económico del país, Imamoglu contaba con el 50,92% de los apoyos, frente al 40,05% del aspirante del AKP, Murat Kurum, ex ministro del Gobierno nacional de Erdogan.
Los sondeos habían pronosticado una reñida contienda en Estambul y posibles derrotas del CHP en todo el país.
Sin embargo, los resultados oficiales parciales comunicados por la agencia estatal Anadolu mostraban que el AKP y su principal aliado habían perdido las alcaldías de 19 municipios clave, incluidas las grandes ciudades de Bursa y Balikesir, en el industrializado noroeste, lo que posiblemente reflejaba la presión sobre los asalariados
Mert Arslanalp, profesor adjunto de Ciencias Políticas en la Universidad Bogazici de Estambul, indicó que era la «derrota electoral más severa» de Erdogan desde que llegó al poder nacional en 2002.
«Imamoglu demostró que podía llegar más allá de las profundas divisiones sociopolíticas que definen al electorado opositor de Turquía, incluso sin su apoyo institucional», afirmó. «Esto le convierte en el rival políticamente más competitivo del régimen de Erdogan».
(Por Can Sezer y Burcu Karakas. Información adicional de Daren Butler, Ali Kucukgocmen y Bulent Usta en Estambul y Ece Toksabay, Tuvan Gumrukcu y Huseyin Hayatsever en Ankara; Redacción: Jonathan Spicer; Edición de Barbara Lewis, Louise Heavens, Leslie Adler y Jonathan Oatis, Editado en español por Juana Casas)